La Nicaragua multiétnica y pluricultural es hogar de una de las agrupaciones étnicas más conocidas por su trayectoria histórica y musical, los denominados garífunas, que se enorgullecen por nunca ser esclavos de los colonizadores, celebran cada 19 de noviembre su día.
Este pueblo y cultura es una mezcla de descendientes africanos, de los indios caribes y arahuacos que se asentaron en el siglo XVII en Honduras, Belice, Guatemala, Nicaragua y Estados Unidos.
A Nicaragua llegaron a la Costa Caribe en 1832, aunque tardaron en establecerse en un lugar en específico, por lo que no fue hasta 1880 que se instalaron permanentemente en las cercanías de la cuenca de Laguna de Perlas, específicamente en las comunidades de Orinoco, La Fe, San Vicente, Brown Bank y Marshall Point.
Comparten la pasión por el cultivo de yuca, por la preparación del tradicional casabe o kazzabe y por el baile, por ello, es característico de ellos sus danzas de punta, wanaragua y walagallo.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, declaró en 2001 a esta etnia y su cultura como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y en el 2014, la Asamblea Nacional de Nicaragua nombró a la cultura de los garinagu, a como también se conoce a esta etnia, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, por lo que se celebra cada 19 de noviembre el Día Nacional de los Garífunas, en reconocimiento al legado histórico, cultural y artístico de este pueblo afrodescendiente.