En Navidad las familias aprovechan para ponerse el mandil y sacar sus dotes de chef, de la magia y la unión de cada uno de sus miembros surge una combinación de gustos y colores que se derivan en la gastronomía nicaragüense.
En este especial conozca de los principales dulces que se preparan en esta época, y si es amante a la cuchara puede arriesgarse a preparar algunos de ellos.
Ayote en miel: quizá los has probado más de una vez en algún puesto de dulcería o te lo regalaron como parte de la “gorra” en alguna Purísima de tu localidad, el ayote en miel es uno de los postres que ha acompañado la mesa nicaragüense por varios años.
Así de simple, un vegetal mezclado con dulce da una oportunidad para hacer una fiesta en tu paladar.
Atolillo: este es uno de los platillos caseros que no puedes dejar de preparar en esta temporada, este se puede elaborar de arroz o bien de maíz. Este dulce no tiene que envidiar a otros dulces pues el sabor es uno de los más antiguos de Nicaragua y se ha mantenido como una tradición.
Sopa borracha: no, no se trata de un postre que salió de casa a una fiesta y se dio unos cuantos tragos de más, sino de un postre singular que los nicaragüenses se preparan para este temporada.
La sopa borracha es un estilo de torta que contiene una pequeña porción de licor que al mezclarse con el dulce da un sabor agradable.
Bien se puede servir después de haber probado una gallina rellena o un lomo pinchado, la torta con licor nicaragüense le dejará un buen sabor de boca siempre y cuando no exceda su consumo.
Gofio: al igual que el ayote en miel, este dulce forma parte de la gorra tradicional el día de la Gritería.
Hecho con dulce negro, pinol blanco, jengibre rallado, anís y canela en polvo; el gofio entra en la gama de dulces más consumidos por los nicaragüenses por su contextura y la formulación de sabor que queda como resultado de su preparación.
Buñuelos de yuca: entran en la gama de postres que deleitan el paladar de los nicas en Navidad.
Estos pequeños panecillos que están hechos a base de yuca y miel son un fiel acompañante del café en Navidad y una excusa perfecta es comerlos en familia.
Nancite en miel: este es uno de los dulces cuya preparación lleva mucho más tiempo, pues es necesario depositar los nancites -una vez lavados- en un recipiente esterilizado, le vierte azúcar y con el paso del tiempo (mínimo un año) puede disfrutar del resultado.
Hay quienes aprovechan para agregar licor desde el primer momento que se almacena.