Las luces de la madrugada se desvanecen en el espejo retrovisor mientras comenzamos nuestra travesía hacia los Cayos Perlas, un rincón paradisiaco rodeado de agua en la Costa Caribe Sur de Nicaragua. Partimos de Managua y por seis horas nos acompaña la certeza de que será un viaje lleno de aventuras y descubrimientos.
Llegamos a Laguna de Perlas, municipio que alberga el Refugio de Vida Silvestre Cayos Perlas, nos recibe su calor, su cultura afrocaribeña y su gente que nos mira atentos, reconociendo nuestros rostros, seguros de que no pertenecemos ni a su atmósfera ni a su espacio nicaribeño.
El hotel Slilma nos acoge esa noche…
Son las 6:00 de la mañana del día dos, tomamos una lancha desde el muelle municipal de Laguna de Perlas, que nos sumerge por 45 minutos en las aguas del mar Caribe, un viaje (no apto para cardiacos) que nos ofrece una vista panorámica de la costa, con pequeñas aldeas costeras y palmeras ondeando al viento a lo largo del camino.
El sol brilla alto en el cielo, y el reflejo dorado en el agua nos prepara para la belleza que está por venir…
La mezcla de colores azul turquesa va sorprendiéndonos al acercarnos más, se avizora el agua cristalina que nos da la bienvenida, llegamos a nuestro destino: los Cayos Perlas. Aquí nos recibe un paisaje compuesto por una sucesión de 24 islas con playas de arena blanca y una exuberante vegetación tropical. Palmeras se balancean al ritmo del viento, invitándonos a disfrutar de la serenidad que ofrece este lugar casi irreal.
Estamos en una de las islas más pequeñas, cayo Uva o Grape Cay, acá no hay hoteles, bares, ni alojamientos, lo que nos brinda la experiencia de estar rodeados por el mar en todo momento, la travesía también nos dirige a Baboon Cay, donde alguna vez hubo cabañas construidas sobre pilotes de madera en medio del agua, y es desde aquí donde disfrutamos del atardecer, con tonos anaranjados y rosados que se reflejan en el agua. ¡Un espectáculo inolvidable!
Exploramos los Cayos Perlas en kayak y descubrimos su rica vida marina al practicar snorkel, sorprendidos con sus arrecifes de coral cercanos, las aguas cristalinas que permiten ver tortugas, variedad de peces, estrellas de mar y otros habitantes del hábitat marino.
Descubrimos que la verdadera joya de los Cayos, es la belleza natural y la autenticidad de este lugar casi virgen, la tranquilidad, la amabilidad de los lugareños que fueron parte de esta aventura inolvidable, sin duda un viaje de descubrimiento, un regalo para los sentidos y una lección de humildad ante la belleza de la naturaleza.
A medida que nos despedimos de este rincón escondido del Caribe nicaragüense, nos prometemos a nosotros mismos regresar algún día para seguir explorando y disfrutando de este paraíso en la tierra.
Si queres visitar el Refugio de Vida Silvestre Cayos Perlas, debes contactar a turoperadoras, de preferencia locales, armar un grupo de al menos 10 personas o más, porque de esa cantidad dependerá el costo de la lancha, el precio del viaje también varía si deciden hacer camping o regresar el mismo día, el paquete ofrece hamacas, sillas plegables, platillos caribeños como rondón o pescado frito en salsa de coco, las bebidas corren por tu cuenta, eso sí, habrá termo con hielo disponible si lo deseas.
Para más información contacta a:
Hotel Slilma – +505 8738 9089
Hotel Queen Lobster – +505 8910 2390
Mayaya Tour – +505 8920 4247
