Nicaragua late en el centro de América, su autenticidad y diversidad la convierten en el lugar ideal para los que buscan destinos vírgenes y experiencias únicas llenas de cultura, belleza natural y el calorcito humano que caracteriza a los nicaragüenses.

Su forma triangular no te dejará de sorprender, en este apartado te damos a conocer tres destinos inigualables para que escojas el que más te llame la atención.

 Río San Juan

El Castillo..Rio san juan

 Nos vamos a navegar en las cálidas aguas del río San Juan, explorando las bellezas naturales de la región, observar aves y disfrutar de la tranquilidad del entorno.

Nuestro recorrido nos trae al municipio de El Castillo, ubicado en la frontera sur de Nicaragua, es un pueblo pintoresco con calles empedradas y casas coloridas, una joya histórica, rodeado por una exuberante selva tropical y su rica herencia colonial.

El Castillo..rio san juan

Lo primero que te recibe es su grandiosa fortaleza medieval, construida en el siglo XVII para defender a la región contra los piratas, desde sus murallas se aprecia la inmensidad del río y las casas del poblado.

En el pueblo encontrás múltiples opciones de hospedajes y restaurantes y lo mejor de todo es que podés recorrerlo a pie, disfrutando de la paz y serenidad que caracteriza al lugar.

 Jinotega

Jinotega.

Nos trasladamos a las montañas de Nicaragua, donde el verde se aprecia en todo su esplendor, fusionándose con paisajes impresionantes, clima fresco e innumerables cafetales.

Jinotega tiene muchas opciones para vos, podés adentrarte en sus cafetales y conocer de primera mano todo el proceso del cultivo del grano de oro, subir más de 900 escaleras en el cerro La Cruz y desde la cima observar por completo el pueblo rodeado por montañas.

Cerro Kilambé. Jinotega.

Si lo que buscas es aventura extrema, tenés que visitar la Reserva Natural Cerro Kilambé, entrar en la selva y con cada paso acelerar los latidos de tu corazón, explorar su flora y fauna, escuchar el trino de las aves y el fluir del agua, mientras conquistas la cima de la montaña.

Otra opción es el lago Apanas, un espejo sereno, rodeado de montañas, que crea la ilusión óptica de la fusión del cielo y la tierra, amaneceres fríos y ocasos vibrantes, navegar sobre sus aguas te garantizan paz y tranquilidad.

Lago de Apanás, Jinotega.

Explorar Jinotega es sumergirse en una aventura donde te reencontraras con vos mismo, recargarás energías y abrazarás la naturaleza.

 Boaco

Boaco.

Boaco se abre ante el mundo, mostrando su riqueza cultural y natural, sus sabores auténticos, clima variado, ríos, quebradas y saltos, rodeado de cerros que a lo lejos se observan como gigantes moles de piedra.

Desde mirador El Faro, se aprecia toda la ciudad, este, está ubicado en el parque El Cerrito, también podés visitar la iglesia San José, una joya arquitectónica que refleja la herencia cultural e histórica de la ciudad.

Iglesia Boaco.

Boaco es sinónimo de aventura, sus cerros te podrán al límite y te harán sudar la gota gorda, vos decidís cuál subir, y elegir entre cerro Alegre, Santa Lucia, Mombacito, Peña Labrada y El Monolito, llegar a la cima no será fácil, pero la recompensa vale la pena, podrás apreciar una diversidad de paisajes.

Si buscas algo más tranquilo y auténtico, debes de realizar agroturismo en sus comunidades, conectar con su gente humilde y trabajadora, que te abren las puertas de sus casas para experimentar estadías inolvidables, compartirán con vos su día a día, te enseñan a palmear tortillas, ordenar una vaca, pasear a caballo y recorrer los cafetales u otros cultivos.

El centro de Nicaragua es un destino diferente, y te espera con los brazos abiertos para brindarte experiencias únicas e inolvidables.

Quizaltepe Boaco.